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Las trepidantes aventuras de Don Quijote de la Mancha, el librojuego

Las trepidantes aventuras de Don Quijote de la Mancha es una visión de la obra de Cervantes desde la óptica del librojuego.

Ojoaldado

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Hoy os traemos un nuevo proyecto que consideramos fusiona el juego con la cultura. Hablamos ni más ni menos que de la gran obra escrita por Miguel de Cervantes, "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", transformado en un librojuego, para que todas aquellas personas que alguna vez han querido leerse la novela, pero han sentido miedo o respeto ante tan magna obra, puedan acercarse a ella desde este humilde libro, y después, tras conocer a este otro Quijote, "agarren" la novela cervantesca y puedan, al fin, leerla sin miedo.

En cuanto al libro en sí, se trata de un librojuego clásico del estilo "elige tu propia aventura". Tiene unas 180 páginas, en formato A5, tapas rústicas con solapas y algunas ilustraciones en blanco y negro en su interior. Ilustración de Hernán Valera.

El autor:

Simón Blasco Perales es autor del librojuego "El crimen de las tijeras", publicado por la editorial Con pluma y pixel, es autor del librojuego "La perrita Peque y el hada de los dientes", publicado por la editorial Nexo Ediciones, es autor del libro "Guía didáctica de los juegos de rol", publicado por la editorial Epicismo, es autor del libro "Una vida de juegos", publicado por la editorial Nexo Ediciones, y es autor de varias aventuras de rol para libros como "Científicos", "Científicos, nuevas aventuras", "Aventuras roleras para peques con curiosidad volumen 1", "Aventuras roleras para peques con curiosidad volumen 2" y "Aventuras roleras para peques con curiosidad volumen 3", así como de varios relatos publicados en diferentes libros.

El libro no está maquetado, pero os dejamos unas frases y secciones para que os hagáis una idea de como es.

25

  • Amigo Sancho, hoy me siento orgulloso, creo que he sido un buen caballero andante al no matar a ese hombre

  • No lo dude mi señor – respondió el escudero mientras ambos cabalgaban tranquilamente

  • Además, irá a ofrecer sus servicios a Doña Dulcinea, y ella sabrá de mis hazañas

  • No lo dude mi señor – repitió Sancho, no teniendo muy seguro de que el vizcaíno fuese hasta el Toboso para tal menester, pero como no tenía ganas de llevar la contraria a Don Quijote, le contestó a todo que sí.

Al poco rato vieron lo que parecía un castillo, pero que no era si no otra venta como en la que pasó su primera aventura Don Quijote. A nuestro caballero, como era de esperar, la venta le pareció un nuevo castillo, y a Sancho, quien a pesar de su falta de letras era quien llevaba la cordura en el grupo, le pareció lo que era, una venta.

  • Mira Sancho, quizás no esté lejos el momento en que gobiernes una ínsula. Ahí hay un castillo

  • Mi señor, que le está pasando lo mismo que con los molinos y los frailes, que eso es una venta

  • Qué venta ni que tonterías dices, amigo Sancho, que estamos en tierra de castillos y, por ende, es lo que por aquí más abunda

  • Como usted quiera – respondió Sancho dándose por vencido en la charla.

Y de esta forma llegaron los dos a las puertas de la venta. Entraron los dos aventureros y pidieron una habitación, pues Don Quijote tenía muy reciente la herida del vizcaíno, y necesitaba descansar en algún sitio medio decente. En la venta están la ventera, el ventero, la hija de ambos y una trabajadora llamada Mari Tornes, natural de Asturias, la cual, a petición de la dueña, le da un ungüento al caballero a fin de curarle la herida del hombro. La ventera y su hija, con gran curiosidad mientras tanto, preguntan a Sancho que quien es el caballero, a lo que este les dice que se trata del gran y conocido Don Quijote, caballero andante de La Mancha. Las mujeres, que nunca han oído hablar de él, se quedan algo sorprendidas, y la ventera, acercándose a Don Quijote, le pregunta que siendo como es caballero famoso, no tiene ningún condado todavía, a lo que Don Quijote le responde que es pronto para ello, pues acaba de empezar en esto de la caballería, y primero tiene que ganar una ínsula para su escudero, señalando al bueno de Sancho, que los mira despanzurrado en uno de los bancos de la venta.

Resuelto esto, dan cama a Don Quijote y Sancho en un dormitorio de la planta de arriba, donde también tenía su lecho un cuadrillero que allí también se hospedaba. Cuando llegó la noche, ambos se acostaron en sus camastros, y Don Quijote, que ya se encontraba algo mejor, empezó a soñar que se encontraba en un castillo y que la hija del alcaide, que tenía la misma cara que la hija de los venteros, se enamoraba de él y acudía en la noche a visitarlo. Más el caballero le decía que no podía corresponderle, pues su corazón tenía dueña, y su nombre era Dulcinea. En esto que escucha un ruido, y al estar todo a oscuras y estar medio soñando esa aventura, confunde la realidad con el sueño, y piensa que la hija de los dueños del castillo está ante él realmente. Pero lo que ocurre es que Mari Tornes tiene un romance con el cuadrillero, y han quedado en la noche para verse. Don Quijote se levanta y, con los brazos extendidos, se dirige hacia la que él cree ser la doncella. La agarra de la mano y le hace sentarse en su cama. Comienza a decirle lo que antes soñaba, que si su corazón ya tenía dueña, que si no podía amarla, y en esto que se despierta el cuadrillero y descubre la escena, pues ya estaba entrando algo de luz por las ventanas, aunque insuficiente para que Don Quijote se diese cuenta de que con quien hablaba era con la asturiana, o quizás fuese su locura, que no le dejaba ver quien frente a él estaba. El cuadrillero celoso, agarra un candil y golpea con él a Don Quijote en toda la cabeza. Don Quijote, que no acierta a ver quién le golpea, cree que se trata de algún tipo de fantasma, y que el castillo está encantado. El cuadrillero y la asturiana desaparecen rápidamente, llevando su amor a otra estancia, y Don Quijote, malherido, despierta a Sancho, el cual, dado que tiene el sueño pesado y que necesitaba descansar, no se ha enterado de nada.

  • Sancho, despierta amigo, que me ha atacado una mano fantasma. Este castillo debe estar encantado.

Sancho se despierta y, al estar ya entrando los rayos de luz en la habitación, ve a su señor sangrando por la frente, y cree a pies juntillas lo del ataque del fantasma y el castillo encantado

  • Rápido, pídele al señor del castillo que te de romero, aceite, sal y vino, que voy a preparar el famoso bálsamo de Fierabrás, para poder curarme de esta herida

Sancho, todavía algo dormido, obedece a su señor, y sale de la habitación buscando al ventero. Una vez que lo encuentra, le narra lo ocurrido y le pide los ingredientes, los cuales este le entrega. Le facilita también una especie de olla donde hacer la mezcla, y todo se lo lleva a Don Quijote. Este hace la mezcla y bebe un buen trago, sintiéndose de repente mejor.

  • Es milagroso este bálsamo de Fierabrás. Ahora estoy seguro de que ha sido algún moro encantado quien me ha atacado – le dice Don Quijote a Sancho – pues estaba hablando sobre amores con la hija de los señores del castillo cuando me ha golpeado.

Sancho, sorprendido ante lo que le cuenta su señor, no puede por menos que rogarle que no cuente nada de lo que ha ocurrido, no sea que los dueños del castillo (o de la venta, que el pobre ya no sabe dónde está), se lo tomen a mal, y su renombre como caballero caiga en desgracia por buscar otros amores que no sean de su señora. Don Quijote accede, y una vez repuesto, sale de la habitación acompañado por Sancho.

  • Debemos irnos de este castillo encantado, no sea que vuelva a atacarnos ese moro

El ventero, que ya se había levantado también, estaba preparándose para la nueva jornada, cuando Don Quijote se acercó a él y le dijo:

  • Debo marchar, señor alcaide, pues las aventuras me llaman fuera de su castillo. De todas formas, he quedado contento con vos y me ofrezco a ayudaros a resolver algún entuerto que tengáis por ahí. ¿Quizás tengáis algún enemigo al que derrotar o algún dragón al que abatir?

  • Señor mío – le responde el ventero – no tengo ningún enemigo ni dragón que derrotar, me conformo con que me paguéis la cena de anoche, la estancia y el heno que comieron vuestro caballo y el burro de vuestro compañero

  • ¿Pagar? – pregunta sorprendido Don Quijote - ¿Desde cuándo se paga en los castillos? Y viendo una lanza apoyada en una pared, la cogió a modo de sustituir la suya perdida.

El ventero que lo mira, algo mosqueado, le dice muy tranquilo:

  • Esto no es un castillo, que es una venta señor mío, y con que me paguéis lo que me debéis, me sentiré contento

Don Quijote tiene ahora dos opciones, o pagar, algo que jamás en ningún libro de caballería se ha leído, o salir de allí sin pagar, como buen caballero. ¿Qué decides?

Si paga, sigue leyendo en la sección 26

Si no paga, sigue leyendo en la sección 27

26

  • ¿Una venta? – pregunta Don Quijote – debí haberme equivocado, pues me pareció un castillo. No pasa nada, pues pagaros puedo, aunque no debería hacerlo pues no sé de ningún caballero andante que lo haya hecho

  • Os equivocáis – respondió la ventera, que presenciaba la escena y ya había adivinado que Don Quijote no estaba bien de la mollera – que el caballero Don Silván de la Zarzamora pagó una vez que estuvo aquí

  • ¿Silván de la Zarzamora? – preguntó un sorprendido caballero – no había escuchado nunca hablar de él

  • Pues saber que es famoso en toda La Mancha, e incluso diría que hasta en Asturias, y pagó muy bien, dejando incluso propina.

  • Pues si este caballero lo hizo, me quedo más tranquilo

Y pagó Don Quijote al ventero y a la ventera lo que les debía. Sancho, que escuchaba en silencio la conversación, se mostró contento con el buen fin de la escena. La ventera pidió a Mari Tornes que acompañase a los dos hombres a los establos, a fin de que pudieran irse, cosa que al poco rato hicieron.

Sigue leyendo en la sección 28

Y lo mejor de todo el proyecto es que si alcanzamos la meta de 1200 euros, todos los mecenas se llevarán el libro titulado "EcoRol", que incluye ocho aventuras de rol listas para jugar, y escritas por Sara García de Pablo, Carlos Plaza Calzada, José Carlos de Diego Guerrero o José Luis Blanco Corral entre otros.

EcoRol es un granito de arena para que el mundo sea un poco mejor. Sabemos que un juego es un juego, y quizás hoy no cambie el mundo, pero también somos conscientes de que quien hoy juega, aprende, y si además comprende y entiende que como seres humanos está en nuestras manos el futuro de nuestro hogar como especie, creemos que habrá valido la pena publicar este libro. Quién sabe, quizás sea el primero de una serie, o ya no publiquemos más, o quizás abramos la puerta a una nueva forma de ver el juego de rol... pase lo que pase, al menos lo habremos intentado.

Además quiero dejaros con la introducción al libro, de la mano de la gran Sara García de Pablo, autora de dos de las aventuras que encontraréis en él:

LOS JUEGOS DE ROL COMO MOTOR DEL CAMBIO

Expertos de todo el mundo están de acuerdo en que, nuestra sociedad debe hacer cambios significativos para garantizar que el futuro sea un lugar donde podamos vivir de forma saludable. Para conseguirlo se han planteado 17 metas llamadas Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y se han propuesto alcanzarlos antes del 2030. Recogen los principios básicos para tener un mundo mejor, más justo, ecológico y equilibrado, donde la cooperación sea el pilar para conseguirlo. A lo largo de estas ocho historias, se tratan muchos de los ODS desde una perspectiva innovadora y lúdica.

  1. Fin de la pobreza.

  2. Hambre cero.

  3. Salud y bienestar.

  4. Educación de calidad.

  5. Igualdad de género.

  6. Agua limpia y saneamiento.

  7. Energía asequible y no contaminante.

  8. Trabajo decente y crecimiento económico.

  9. Industria, innovación e infraestructura.

  10. Reducción de las desigualdades.

  11. Ciudades y comunidades sostenibles.

  12. Producción y consumo responsables.

  13. Acción por el clima.

  14. Vida submarina.

  15. Vida de ecosistemas terrestres.

  16. Paz, justicia e instituciones sólidas.

  17. Alianzas para lograr los objetivos.

Como docente creo que hay que poner el foco en nuestros jóvenes, abriéndoles la mente a nuevas posibilidades y animándolos a caminar en los zapatos de otro. La utilización del rol en el aula es un gran acierto, porque reta a los alumnos invitándoles a participar. Además, a través del juego se fijan los aprendizajes, pues se crean experiencias cristalizantes que perdurarán en la mente y el corazón de los estudiantes durante toda su vida. De esta forma se conseguirá alcanzar el ODS 4.

Antes de terminar, no puedo olvidarme de mencionar que este libro nació de la cooperación de varios autores, José Carlos de Diego Guerrero, José Luis Blanco Corral, Sara García de Pablo y Carlos Plaza Calzada coordinados con maestría por Simón Blasco Perales. Por ello cada aventura tiene un punto de vista diferente que lo enriquece tal y como propone el ODS 17.

Solo me queda desear que disfrutéis de este libro tan especial y lo compartáis con los vuestros, jugando y aprendiendo como construir los cimientos de un mundo mejor.

Sara García de Pablo

El libro tiene unas 120 páginas, en formato A5, tapas rústicas con solapas, con ilustraciones en blanco y negro. Sistema de juego libre e incluye fichas de personaje.

Ambos libros son dos ejemplos perfectos de como utilizar el rol para acercar la cultura a la escuela (en el caso del librojuego) y como acercar la ecología y el futuro a la sociedad (el libro de EcoRol)

Si llegamos a 2000 euros, todas las personas mecenas se llevarán de regalo el librojuego "Alicia y los hombres de gris", una historia inspirada en el libro Momo, del autor Michael Ende, que utiliza el sistema "Elige tu propia aventura".

Al igual que el librojuego de Don Quijote, tampoco está maquetado ni corregido, pero os dejo unas secciones para que podáis haceros una idea de como es:

CAPÍTULO 8. ¿ENTRAMOS EN EL BANCO DEL TIEMPO?

Tres horas después de haberse despedido de sus amigos, Alicia, Sansón y Daniela estaban frente a su destino. Daniela le dijo a Sansón que ella no podía entrar en el banco, y que tenía que volver con Segunda. Gracias a ella, ningún hombre de gris les había molestado, a pesar de que Alicia había creído ver a más de uno siguiéndoles y observándoles. Alicia besó a Daniela en la cabeza, y Sansón le dio una lametada que por poco vuelca a la pobre tortuga. A la niña le pareció ver una pequeñísima lágrima surgir de cada ojo de Daniela, y por fin, esta se dio la vuelta y volvió a recorrer el camino andado desde su casa. Cuando dobló una esquina dejaron de verla. Alicia también lloró

  • Tenemos que pensar como entrar – le susurró la niña a Sansón

  • No será fácil – respondió este telepáticamente.

Ambos dieron una vuelta a la manzana para observar mejor el edificio. Había muchas personas por la calle, todas ellas iban con las cabezas inclinadas hacia adelante, leyendo sus teléfonos móviles y sin preocuparse de lo que hacían el resto de viandantes. Alicia pudo observar a dos hombres de gris que la observaban desde un coche también de color gris. En ese instante una mujer anciana se cayó al suelo, a unos trescientos metros de donde estaba Alicia. Pasaban varias personas a su lado, pero nadie se paró a ayudarla. Todos seguían mirando sus teléfonos móviles sin levantar la vista de ellos. Alicia y Sansón se acercaron lo más rápido que pudieron, y cuando llegaron hasta ella también se habían acercado los dos hombres de gris que Alicia pudo ver en el coche gris.

  • ¿Está bien, señora? – preguntó uno de los hombres de gris a la mujer

  • Creo que me he roto la cadera – le contestó la mujer sollozando de dolor – podría ayudarme a levantarme

La mujer estiró la mano en señal de ayuda, pero el hombre de gris no hizo ningún amago de darle la suya para recogerla del suelo. Al contrario, se miró su mano y la escondió en el bolsillo de su chaqueta, como si tuviese miedo a que la mujer pudiese ensuciársela en caso de tocarle. El otro hombre de gris se quedó mirando la escena y le preguntó a la mujer

  • ¿Alguna vez ha entrado en este bonito edificio? – y señaló con su dedo índice el Banco del Tiempo

  • Ayúdenme por favor – sollozaba la mujer

  • ¡Espere señora! – exclamó Alicia que ya había llegado a la altura de la escena – yo la ayudaré

Y le tendió su mano, la agarró de la cintura y con la ayuda de Sansón que empujó con su lomo desde la espalda de la mujer, consiguieron levantarla. Pero la mujer no podía mantenerse en pie. Parecía que era cierto que se había roto la cadera, por lo que era difícil ayudarla.

Llegados a este momento de la historia, Alicia tiene diferentes opciones: la primera es ayudar a la mujer, acompañándola como pueda hasta un banco donde pueda sentarse. A escasos veinte metros del lugar hay un banco. Otra opción es pedir a alguien que les ayude, bien sea a los hombres de gris o alguna de las personas que pasan por su lado sin parar siquiera a mirarlos. ¿Qué quieres que haga?

Sigue leyendo en la sección 30 si ayudas a la mujer a sentarse en un banco

Sigue leyendo en la sección 31 si pides a los hombres de gris que os ayuden

Sigue leyendo en la sección 32 si pides ayuda a algún viandante.

30

Con sumo cuidado apoyas el brazo de la mujer en tu hombro y junto a Sansón, os dirigís a un banco que hay cerca. Los dos hombres de gris os siguen, aunque sin tocaros. Una vez está sentada la mujer, uno de los hombres de gris te mira y te dice

  • Hola joven, veo que tiene usted tiempo para ayudar a otras personas ¿Quisiera escuchar información sobre nuestras hipotecas de tiempo?

Te quedas mirándolo y piensas que esta puede ser una buena oportunidad de entrar en el banco, aunque te extraña que este individuo no sepa quién eres ¿Quizás no sean tan listos los hombres de gris?

  • Sí – le respondes – me gustaría que me informase dentro del banco si puede ser

  • Naturalmente – te dice sonriendo mientras el humo de su cigarrillo escapa entre sus dientes.

No te habías fijado hasta ahora, pero sus dientes son de
un tono grisáceo también. Te extraña tanto este tipo de seres.

  • ¿Puede entrar mi perro?

El hombre de gris mira a su compañero, el cual afirma con la cabeza.

  • Sin problema. Mi compañero se quedará con la señora.

Miras a la mujer y ves que te guiña un ojo. Hay algo en su rostro que te es familiar, pero no aciertas a saber por qué. Miras al hombre y te indica que le sigas. Los tres os dirigís al edificio…

Sigue leyendo en la sección 33

31

  • Disculpe – le dices a uno de los dos hombres de gris – ¿podría ayudarme a llevar a esta señora hasta ahí para que se siente? – señalas en banco

  • ¿Ya tiene usted tiempo para hacerlo? – te responde sin que se note ningún cambio en su mirada. Es como si le diese lo mismo que la mujer esté sufriendo.

  • Déjelo – le dices – ya lo hago yo

Sansón mira al hombre de gris y le gruñe. Este lo mira y muestra una mueca de asco que para ti no pasa desapercibida. El perro se lanza contra el extraño, derribándolo contra el suelo. Su compañero sale corriendo y al momento se escucha la sirena de un coche policial. Ayudas como puedes a la mujer a llegar hasta el banco y vuelves donde está Sansón con el hombre de gris en el suelo. El perro no le hace nada, solo tiene sus patas delanteras sobre su pecho y, al tener la lengua fuera, deja caer sus babas sobre el rostro del hombre. Para cuando la policía llega, las babas han apagado el cigarrillo del extraño y este empieza a convulsionar. Los agentes creen que tiene algún tipo de ataque epiléptico y se disponen a ayudarle. En ese instante, al hombre de gris se le cae una tarjeta que lleva en el bolsillo, sin que nadie se dé cuenta, ya que la situación es demasiado estresante. Sansón coge la tarjeta con la boca y se acerca dónde estás

  • ¿Qué me traes, Sansón?

El perro coloca su cabezota entre tus piernas y deposita una tarjeta babeada. La observas. Solo pone “pase individual”. Parece ser una tarjeta para entrar en algún sitio. La mujer te mira y te acercas a ella

  • Gracias niña – te dice

En ese instante te sonríe y parece que hay algo en su rostro que te es familiar. No puede ser ¡es Segunda!

  • ¡Segunda! – exclamas

  • Sí – sonríe – disimula y haz como que me duele la cadera… No podía ayudarte si sabías que iba a ayudarte, porque algunos hombres de gris pueden leer las mentes cuando están alejados de su nido

  • ¿Su nido? – preguntas extrañada por las palabras de Segunda

  • El Banco del Tiempo… Aquí es donde tejen todos sus planes y donde guardan el tiempo que las personas han ido hipotecando a lo largo de su existencia

  • ¿Quieres decir que han podido estar leyendo mi mente durante todo este tiempo

  • Algunos – respondió Segunda – pero aquí ya no pueden. Estamos demasiado cerca del edificio. En un momento explotará el hombre de gris al que Sansón atacó. Aprovecha entonces para entrar en el edificio y dejar el lapicero que te di donde no puedan verlo. No tienes que preocuparte de nada más – añadió la mujer.

Un policía se acercó hasta el banco donde estaban sentadas Alicia y Segunda. Se plantó delante de ellas y les dijo

  • Señora, ¿necesita que la llevemos a un hospital?

  • Sí – contestó Segunda, quejándose de forma lastimera. Nadie diría que la mujer estaba disimulando – ayúdeme joven, si es tan amable

El policía cogió a la mujer con cuidado. Mientras hablaban había llegado una ambulancia para socorrer al hombre de gris y a Segunda. Cuando los médicos atendieron al hombre, este comenzó a gritar cada vez más fuerte, y al momento explotó, manchando a todos los presentes con una sustancia gris que parecía ceniza.

Ninguno de los presentes pudo entender que estaba sucediendo. El policía dirigió la mirada hacia donde estaba Alicia, pero la joven ya no estaba. Había aprovechado la confusión para dirigirse al Banco del Tiempo. Al llegar ante la puerta, un hombre de gris se acerca a la joven y se ofrece a acompañarla. Alicia no quiere llamar más la atención, así que accede a su petición. A fin de cuentas, quizás pueda servirle de ayuda una vez dentro

Sigue leyendo en la sección 34

Y por si todo esto fuese poco, sortearé al final de mecenazgo diez libros del juego de rol Orn, valorados cada uno en 39 euros (son libros en formato A4, tapa dura, color, escritos por el gran Jordi Martín Caballero y basados en los cómics de Quim Bou del mismo título)

Poco más puedo deciros. Si tenéis alguna duda dejarla por aquí. En cuanto al calendario de entrega, si solo conseguimos el librojuego, lo tendréis tres meses después de terminar el mecenazgo. Si además conseguimos el libro de EcoRol, tendréis ambos cuatro meses después de terminar el mecenazgo. Y si por fin conseguimos también el librojuego "Alicia y los hombres de gris", tendréis los libros en cinco meses a partir de terminar la campaña.

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13 comentarios

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  • Silverio Olmedo Alonso

    Silverio Olmedo Alonso

    12 días

    Me parece un buen material para trabajar en mi clase

  • Ojoaldado

    Ojoaldado
    Autor/a

    17 días

    ¡Bienvenido!

  • Jesus Otero

    Jesus Otero

    19 días

    Ya estoy por aquí. Vamos a por la meta de 2000 euros.

  • Ojoaldado

    Ojoaldado
    Autor/a

    20 días

    ¡Muchísimas gracias!

  • Almudena Gilabert

    Almudena Gilabert

    21 días

    Enhorabuena!!!!! Nos va a encantar puesto que tenemos casa en Urda, al lado de los Molinos de Consuegra y es imposible resistirse a Don Quijote y Sancho. Estoy segura que vais a alcanzar todos los objetivos como en la anterior campaña!!!!! Suerte 🍀

  • Ivan Diez De La Canoniga

    Ivan Diez De La Canoniga

    21 días

    Enhorabuena por el proyecto

  • Ep2ne

    Ep2ne

    21 días

    ¡Aportado y compartido! 😉👏

  • Ojoaldado

    Ojoaldado
    Autor/a

    29 días

    Gracias Rubén y gracias Sección 101 :)

  • Rubén

    Rubén

    30 días

    Aquí, apoyando esta magnífica idea! Buena suerte con la financiación!!

  • Seccion 101

    Seccion 101

    aproximadamente 1 meses

    Arre Rocinante, que ya queda menos

#01 / ¡Dos libros!

Hola, acabo de verlo. ¡Qué alegría! El libro EcoRol será una realidad. Han puesto mucho cariño en él todas las personas que han participado, porque nos parece importante concienciar a las próximas generaciones (y a las presentes) de que podemos cuidar de nuestro planeta.

De esta forma son ya dos los libros que os lleváis. A ver si conseguimos el tercero :)

Gracias por vuestro apoyo y un saludo

Simón

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