En la maduración del caos
Nada permanece ajeno al movimiento, todo se aclimata al impulso de un vuelo en la plenitud de un desorden versificado. No hay norma, luego del fuego me alimento. En mí la nuez de este pensamiento compartido desde el amor más sincero hacia todo lo vivido y por vivir. Respira, hoy mi aullido late así.
Poesía